Hoy me han cambiado de sitio en la oficina. No sólo tengo una mesa más grande, sino que estoy al lado de la ventana. Desde aquí veo el cielo. Hoy estoy contenta.
Hoy he recibido dos mensajes de dos personas que, al ver el sol, están más contentas. La primera vive en Pamplona y tiene quince años. Estaba un pelín mal desde hacía algunos días. Pero el sábado, al sentir el sol, y al sentir al frío que lo acompañaba, despertó, por decirlo de alguna manera. La otra tiene un despacho nuevo, con una ventana nueva, con un sol nuevo. El sol que antes que antes se disfrazaba de paredes.
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Anónimo -
La primera vive en Pamplona y tiene quince años. Estaba un pelín mal desde hacía algunos días. Pero el sábado, al sentir el sol, y al sentir al frío que lo acompañaba, despertó, por decirlo de alguna manera.
La otra tiene un despacho nuevo, con una ventana nueva, con un sol nuevo. El sol que antes que antes se disfrazaba de paredes.