Sólo apto para despiertos.
Siempre he odiado la estadística como ciencia, como disciplina o como intento de medir lo que no ha pasado todavía. Aún así, estoy dispuesta a concederle una última oportunidad si alguien es capaz de resolverme una cuestión a la que llevo dando vueltas desde hace siete u ocho años (puede que más).
Pongamos a dos sujetos, a los que llamaremos "Señor Tramposo" y "Señor Astuto". El "Señor Tramposo" va a proponer al "Señor Astuto" una serie de apuestas al clásico juego de "Cara o cruz", pero haciendo honor a su nombre usará una moneda trucada, en la que el 80% de las veces sale Cruz (Nota: si dicha moneda es "imposible" en la realidad, hago un llamamiento a la imaginación del lector para que sea un poco condescendiente en ese punto).
Ahora bien: el "Señor Astuto", al que no se le escapa una, no se fía ni un pelo del "Señor Tramposo", y acepta jugar con la moneda de éste con una condición: en una de cada dos tiradas, el resultado que se contabilizará será el contrario del que salga. El "Señor Tramposo", cogido por sorpresa, no tiene más remedio que aceptar, y el juego comienza.
Mi pregunta es: ¿consigue la condición del "Señor Astuto" contrarrestar el efecto de la trampa del "Señor Tramposo"?
Ahí queda eso.
Pongamos a dos sujetos, a los que llamaremos "Señor Tramposo" y "Señor Astuto". El "Señor Tramposo" va a proponer al "Señor Astuto" una serie de apuestas al clásico juego de "Cara o cruz", pero haciendo honor a su nombre usará una moneda trucada, en la que el 80% de las veces sale Cruz (Nota: si dicha moneda es "imposible" en la realidad, hago un llamamiento a la imaginación del lector para que sea un poco condescendiente en ese punto).
Ahora bien: el "Señor Astuto", al que no se le escapa una, no se fía ni un pelo del "Señor Tramposo", y acepta jugar con la moneda de éste con una condición: en una de cada dos tiradas, el resultado que se contabilizará será el contrario del que salga. El "Señor Tramposo", cogido por sorpresa, no tiene más remedio que aceptar, y el juego comienza.
Mi pregunta es: ¿consigue la condición del "Señor Astuto" contrarrestar el efecto de la trampa del "Señor Tramposo"?
Ahí queda eso.
10 comentarios
Alfiler -
He empezado hoy a leer tu blog (pinta muy bien), y no me he podido resistir a resolver este problemilla (espero que tus padres no se rían de un aficionado ;-):
Probabilidad real cruz: 0,8
Probabilidad real cara: 0,2
(obviamos otras posibilidades como cantos, desintegración de monedas, ...)
Suponiendo que los resultados que se invierten son los de las tiradas pares:
Tiradas impares: probabilidad modificada cruz = 0,8
Tiradas pares: probabilidad modificada cruz = 1 - probabilidad real cruz = 0,2
Siendo N el número de tiradas:
Si N=1 (1 sola jugada, impar, sin invertir)
probabilidad total cruz = probabilidad real cruz = 0,8
Si N es par (probabilidad total = Suma(probabilidades de cada suceso) / Número de experimentos)
probabilidad total cruz = (0,8 * N/2) / N + (0,2 * (N/2)) / N = 0,4 + 0,1 = 0,5
Si N es impar (hay una tirada más impar que par)
probabilidad total cruz = (0,8 * ((N-1)/2 + 1)) / N + (0,2 * (N-1)/2)) / N = (...) = 0,5 + (0,3 / N)
Por tanto, las condiciones se igualan solo si el número de tiradas es par (o si es infinito)
Anónimo -
Fanshawe -
Nere -
Ok,ok, ya no mareo más al personal.
:)
Mariajo -
Fanshawe -
Mariajo -
Es un acertijo que le planteé a mis padres (que son matemáticos) hace muchos años, y que hoy se me ocurrió reformular de una forma más "literaria".
Mi lógica me dice que la respuesta a si ambas condiciones se anulan es "sí", pero siempre he querido que alguien me lo resuelva de una forma un poco más científica.
Al fin y al cabo yo siempre "he sido de letras"...
Mariajo -
Tienes siete años a partir de hoy, ni un día más ni uno menos :-)
Nere -
Nere -