Casi nunca leo poesía.
Creo que no lo hago de forma premeditada. O quizá sí. El caso es que hoy me ha alegrado la noche encontrarme con esto:
CONFLICTO DE PERSONALIDAD
(de Juan José Téllez Rubio)
Si un doble mío penetrara en su cuarto
y lamiéndole el cuerpo con el mimo
sumiso del esclavo, le sacara
de algunas de sus frecuentes pesadillas.
Si le invitase entonces a un viaje secreto
por muslos y por labios, laberintos
de piel que una mano diestra
registre en la noche, suavemente.
Si entre usted y yo, a estas alturas,
hubiera saliva o rumor de matorrales,
la íntima humedad con que el rocío del gozo
va untando a aquellos que no duermen.
Si fuésemos reptiles, si transfigurásemos
el río de las horas en un burdel de gestos
y el alba sólo fuera un relámpago importuno.
Si mi sosias penetrase por su hendidura estrecha
y el vello nos sumiera en un deleite súbito.
Si tensáramos sus músculos como el hilo de un arco
que habrá de dispararse contra la carne contraria.
Quizá-quizá, si todo esto ocurriera
y yo la encuentre mañana en los grandes almacenes,
mirándome a los ojos distraída diría
su cara, caballero, no sé, me suena mucho.
(Extraído del librito Las causas perdidas, VI Premio Aljabibe de Poesía; publicado por Endymion.)
3 comentarios
Anónimo -
Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma.
Y uno aprende
que el amor no significa recostarse,
Y una compañía no significa seguridad.
Y uno empieza a aprender
que los besos nos son contratos,
y los regalos no son promesas.
Y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno del mañana es demasiado inseguro para planes
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado
hasta el calorcito del sol quema
Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma,
En lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale.
Y uno aprende y aprende
Y con cada adiós uno aprende
De Borges, vía El Diario Impertinente
Juan José -
Oyros -
A veces sueñas que puedes ser Feliz con ese alguien.
A veces sueñas que tu vida podría ser mejor con otra persona.
A veces sueñas que no eres feliz con lo que tienes.
A veces sueñas que allá fuera debe haber algo mejor.
A veces los sueños no son tan maravillosos como la realidad.